jueves, 14 de febrero de 2019
Nuevamente aliados, nazis e islamistas por Eduard Yitzhak, 15 de enero de 2018 Aunque la Sharía fue abolida en Turquía en 1926, aquella sigue en vigor para la minoría musulmana de Grecia, el único país de la Unión Europea donde se aplica. En la región de Tracia, la Sharía es vigente en lugar del derecho de familia griego, siguiendo las disposiciones del Tratado de Lausana de 1923, que llevó a cabo una transferencia poblacional en la que se estipuló el traslado de todos los cristianos de Turquía a Grecia y de todos los musulmanes de Grecia a Turquía, con excepción de la minoría cristiana de Estambul y de la musulmana de Tracia. El Tratado de Lausana de 1923 obliga a los dos países a permitir a sus correspondientes minorías que arreglen los asuntos familiares “siguiendo sus costumbres”. El Parlamento griego aprobó el martes 8 de enero de 2018 por amplia mayoría una ley que restringe la aplicación de la ley islámica, la Sharía, en la región griega Tracia, en el norte del país, donde desde 1923 rige los asuntos familiares de la minoría musulmana. Todos los partidos del Parlamento de la República Helénica, con excepción del neonazi Amanecer Dorado, respaldaron esta ley presentada por el izquierdista partido gobernante Syriza [Coalición de la Izquierda Radical] que, entre otros, elimina las competencias del muftí en asuntos familiares si una de las personas interesadas pide la aplicación del derecho de familia griego. [1] La fascinación y atracción mutua entre nazismo e Islam es antigua. La alianza y “hermandad” entre nazis e islamistas se remonta a los albores del nazismo. Los nazis admiraban la “entereza” “varonil” islámica en masacrar a las minorías cristianas bajo el imperio otomano y los islamistas admiraban la organización y disciplina nazi en exterminar a los judíos. Ambos, nazis e islamistas comparten su odio a los judíos y a Israel, el judío de las naciones. “En España, bajo la dominación de los Árabes, la civilización alcanzó un nivel que raramente se ha repetido. La intromisión del cristianismo ha traído el triunfo de la barbarie. […] Si Charles Martel hubiera sido derrotado, el mundo habría mudado su faz. Ya que el mundo estaba condenado a la influencia judaica (y su subproducto, el cristianismo, ¡es algo tan insípido!), hubiera sido mejor que triunfara el Islam. Esta religión recompensa el heroísmo, promete a los guerreros la gloria del séptimo cielo” (28/08/1942, Hitler's Table Talk 1941–1944, Enigma Books, 2000, p.667). “Nuestra desgracia es que hemos elegido la religión equivocada. ¿Por qué tiene que ser el cristianismo, con su obediencia y somnolencia?”, preguntó una vez Hitler a su arquitecto personal, Albert Speer. Desde el punto de vista de Hitler, el Islam era 'Männerreligion', la religión de los hombres verdaderos ya que según el Führer alemán: “los guerreros del Islam se van al paraíso militar con huríes y ríos de vino. Esto corresponde mucho mejor al temperamento alemán que la inmundicia judía y la cháchara sacerdotal del cristianismo”. En 1944 el Muftí de Jerusalem y Presidente del Congreso Islámico Mundial, Haj Amin al-Huseini, instó por radio a los árabes a que se levantasen como un solo hombre y que matasen a los judíos: “Maten a los judíos dondequiera los encuentren. Esto le agrada a Alá, a la Historia y al Islam”. Haj Amin al Husseini se dirigió a sus hombres, la división bosniana musulmana de 100.000 musulmanes nazis, y sintetizó que “existen muchas similitudes considerables entre los principios islámicos y el nacionalsocialismo, principalmente, en la afirmación de la lucha y la camaradería…en la idea de orden”. Las tropas nazi-islámicas bajo el mando Haj Amin al-Huseini -tío abuelo del egipcio Yasser Arafat, Rais (Fürher) de la Organización de Liberación de Palestina- llevaron a cabo una limpieza étnica en Bosnia durante la II Guerra Mundial en la que asesinaron a 200.000 cristianos ortodoxos serbios, 22.000 judíos bosnios y más de 40.000 gitanos bosnios. Anteriormente (1915 – 1923) Haj Amin Al-Husseini participó activamente en el genocidio armenio. Entre un millón y medio y dos millones de cristianos fueron masacrados bajo la Espada de la Yihad Islámica por el ejército otomano. De 1900 a 1923, varios regímenes turcos mataron unos tres millones de cristianos armenios, griegos pónticos (360.000), nestorianos y cristianos siríacos (250.000). [2] Mientras en Grecia, la extrema izquierda quiere limitar el poder de la Sharía y del islamismo pues ya lo han sufrido en sus propias carnes y el gobierno de Syriza [Coalición de la Izquierda Radical] estrecha económica y militarmente sus relaciones con Israel [3], en España no aprenden de la experiencia propia ni de la ajena ni la izquierda (PSOE, ERC) ni la extrema izquierda (Podemos y sus satélites y la CUP) pues estos potencian el poder islamista y estrechan sus relaciones con la extrema derecha del Islam y el terrorismo palestino. [4]
Mismo texto :
Nuevamente aliados, nazis e islamistas por Eduard Yitzhak, 15 de enero de 2018 Aunque la Sharía fue abolida en Turquía en 1926, aquella sigue en vigor para la minoría musulmana de Grecia, el único país de la Unión Europea donde se aplica. En la región de Tracia, la Sharía es vigente en lugar del derecho de familia griego, siguiendo las disposiciones del Tratado de Lausana de 1923, que llevó a cabo una transferencia poblacional en la que se estipuló el traslado de todos los cristianos de Turquía a Grecia y de todos los musulmanes de Grecia a Turquía, con excepción de la minoría cristiana de Estambul y de la musulmana de Tracia. El Tratado de Lausana de 1923 obliga a los dos países a permitir a sus correspondientes minorías que arreglen los asuntos familiares “siguiendo sus costumbres”. El Parlamento griego aprobó el martes 8 de enero de 2018 por amplia mayoría una ley que restringe la aplicación de la ley islámica, la Sharía, en la región griega Tracia, en el norte del país, donde desde 1923 rige los asuntos familiares de la minoría musulmana. Todos los partidos del Parlamento de la República Helénica, con excepción del neonazi Amanecer Dorado, respaldaron esta ley presentada por el izquierdista partido gobernante Syriza [Coalición de la Izquierda Radical] que, entre otros, elimina las competencias del muftí en asuntos familiares si una de las personas interesadas pide la aplicación del derecho de familia griego. [1] La fascinación y atracción mutua entre nazismo e Islam es antigua. La alianza y “hermandad” entre nazis e islamistas se remonta a los albores del nazismo. Los nazis admiraban la “entereza” “varonil” islámica en masacrar a las minorías cristianas bajo el imperio otomano y los islamistas admiraban la organización y disciplina nazi en exterminar a los judíos. Ambos, nazis e islamistas comparten su odio a los judíos y a Israel, el judío de las naciones. “En España, bajo la dominación de los Árabes, la civilización alcanzó un nivel que raramente se ha repetido. La intromisión del cristianismo ha traído el triunfo de la barbarie. […] Si Charles Martel hubiera sido derrotado, el mundo habría mudado su faz. Ya que el mundo estaba condenado a la influencia judaica (y su subproducto, el cristianismo, ¡es algo tan insípido!), hubiera sido mejor que triunfara el Islam. Esta religión recompensa el heroísmo, promete a los guerreros la gloria del séptimo cielo” (28/08/1942, Hitler's Table Talk 1941–1944, Enigma Books, 2000, p.667). “Nuestra desgracia es que hemos elegido la religión equivocada. ¿Por qué tiene que ser el cristianismo, con su obediencia y somnolencia?”, preguntó una vez Hitler a su arquitecto personal, Albert Speer. Desde el punto de vista de Hitler, el Islam era 'Männerreligion', la religión de los hombres verdaderos ya que según el Führer alemán: “los guerreros del Islam se van al paraíso militar con huríes y ríos de vino. Esto corresponde mucho mejor al temperamento alemán que la inmundicia judía y la cháchara sacerdotal del cristianismo”. En 1944 el Muftí de Jerusalem y Presidente del Congreso Islámico Mundial, Haj Amin al-Huseini, instó por radio a los árabes a que se levantasen como un solo hombre y que matasen a los judíos: “Maten a los judíos dondequiera los encuentren. Esto le agrada a Alá, a la Historia y al Islam”. Haj Amin al Husseini se dirigió a sus hombres, la división bosniana musulmana de 100.000 musulmanes nazis, y sintetizó que “existen muchas similitudes considerables entre los principios islámicos y el nacionalsocialismo, principalmente, en la afirmación de la lucha y la camaradería…en la idea de orden”. Las tropas nazi-islámicas bajo el mando Haj Amin al-Huseini -tío abuelo del egipcio Yasser Arafat, Rais (Fürher) de la Organización de Liberación de Palestina- llevaron a cabo una limpieza étnica en Bosnia durante la II Guerra Mundial en la que asesinaron a 200.000 cristianos ortodoxos serbios, 22.000 judíos bosnios y más de 40.000 gitanos bosnios. Anteriormente (1915 – 1923) Haj Amin Al-Husseini participó activamente en el genocidio armenio. Entre un millón y medio y dos millones de cristianos fueron masacrados bajo la Espada de la Yihad Islámica por el ejército otomano. De 1900 a 1923, varios regímenes turcos mataron unos tres millones de cristianos armenios, griegos pónticos (360.000), nestorianos y cristianos siríacos (250.000). [2] Mientras en Grecia, la extrema izquierda quiere limitar el poder de la Sharía y del islamismo pues ya lo han sufrido en sus propias carnes y el gobierno de Syriza [Coalición de la Izquierda Radical] estrecha económica y militarmente sus relaciones con Israel [3], en España no aprenden de la experiencia propia ni de la ajena ni la izquierda (PSOE, ERC) ni la extrema izquierda (Podemos y sus satélites y la CUP) pues estos potencian el poder islamista y estrechan sus relaciones con la extrema derecha del Islam y el terrorismo palestino. [4]
http://www.gees.org/articulos/nuevamente-aliados-nazis-e-islamistas
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